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domingo, 28 de octubre de 2012

A UN MANCHEGO AMIGO MIO



Ahora Jorge vuela 
en cuatro alas de mágica mariposa. 
En un corcel dorado, 
hecho de espigas libres y soleadas, 
vuelve su propia voz 
subiendo el arco eólico del vástago, 
en la altura conquista 
el aire de las aves y 
son sus alas en mi cielo sin borrascosa 
deletrea sílabas propias 
que mi verso atrapa de memoria y 
como hiedra afable se enreda en mi verbo 
sin época 
hasta el feliz hartazgo. 

Giran en círculos aspas de molino 
cuando murmura con la tempestad del vino, 
asciende su fuerte aliento de rama ornada, 
rompe su peñón de vidrio y 
amanece en un trébol afortunado de hojas. 
En sus manos teje un forestal tupido, 
creciendo con sus ondinas boscosas 
refrescando la piel suave del hollejo. 
Yo te veo amigo, 
con los mismos ojos inclaudicables 
con que hoy reviso el papel. 
Con la afable mirada contemplativa 
conque tus manos saludaban el ayer en pergamino. 
Manos estremecidas de canto vívido 
manejando la hoja nevada del cerezo nipón florecido. 
Te he visto mas allá de la gama del arco iris, 
en la anatomía de tus alas reflejando ultravioleta. 
resbalando en carne y hueso tu arte de patineta. 
Te vi saltar los alambres de la pradera obsoleta 
y tras el vitraux de tus ojos merecidos 
con dos pupilas de niña embelesarte. 
Te he visto soplar un papel y 
armar la sonrisa de un payaso erguido. 
Mover tus pies de ozono por la baldosa, 
hallarte tras el dorso de todas las cosas 
reflejando del ocaso lumen al límite florecido 
en tus sueños emplumados seguías levitando. 
Ahora jorge, amigo, 
sigue volando en la espira de un carrusel divino 
porque del suelo en que tus piernas han partido 
dobló la tierra sus pies torcidos y 
en tu mundo de riqueza estacionada en latido 
con hombros de alerón abierto ibas rasando 
tu vuelo de querubín con oxigenado respiro... 
Llevabas tanto aire tras las rayas del tigre sumergido 
que en tu espalda de destino 
que volvías de las rejas con locura y desatino 
a enriquecer los copos nevados de las nubes. 
Con la gracia ágil de un saltimbanqui y 
la prestidigitación de un mago te vi refrescarte 
en los peldaños mojados de la escalera de la muerte. 
Hacer de un charco un azul estanque 
y en la vía Apia de las turquesas 
suspirar ellas por tus desvelos 

Hasta luego amigo... 
Mientras té ausentes 
he de satinar tus trofeos de orbe mimado. 
Con un calidoscopio admirar tu interno planeta. 
rico en jugos preservados para un niño. 
¡Te digo amigo! 
Que entre las horas predilectas de mis recuerdos 
tú ocupas el trono de la conquista, 

En un rato nomás Jorge, 
en los cristales rayados por la brisa 
veré tus salientes manos en las aristas... 
En el jardín otoñal de los verbos, 
el verso vivo respirando 
música y vibraciones/ 

2 comentarios:

  1. Gracias amigo Alejandro,decir algo sobre esto no sabría, pero si puedo decir,que grandes amigos en mi vida ha habido e imagino que habrá, pero que me dejen sin palabras.SOLO TÚ.

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  2. Que bonito!!!sois estupendos los dos

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